Mariano Fernández Urresti

AVEBURY

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Mariano Fernández Urresti

Escritor e Historiador

Publicado el 9 de agosto de 2021

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[et_pb_column type=»4_4″][et_pb_text admin_label=»Text»]La mañana que pasé en el «henge» de Avebury fue una de las más inolvidables de mi vida. Caminar entre las piedras del conjunto megalítico más importante de Inglaterra, tocarlas con mis dedos e imaginar su historia, fue impagable.

El paisaje de Wiltshire acoge tal cantidad de restos megalíticos que asombra. Cerca unos de otros podemos admirar la colina más artificial más alta de Europa (Silbury Hill), la tumba prehistórica más grande de Inglaterra, y el círculo de megalitos más grande del mundo.

El «henge» de Avebury es sobrecogedor. John Aubrey fue el primero en estudiarlo con detenimiento en el siglo XVII, y afirmó que superaba a Stonehenge como lo hace una catedral con una humilde parroquia, y es cierto. Abarca más de 11 hectáreas, y está formado por un foso de quince metros de profundidad abierto entre dos elevados terraplenes, el más externo de los cuales mide más de un kilómetro de perímetro. En su interior había un gran círculo formado por un centenar de piedras de las cuales hoy queda menos de una treintena, y, en su interior, otros dos círculos menos de piedras.

¿Cuál fue su función? ¿Formaba parte de un gran complejo religioso? ¿Oculta conocimientos astronómicos? Y, sobre todo, ¿quién lo diseñó?

Yo se lo pregunté a las piedras, pero, discretas, guardaron el secreto.[/et_pb_text][/et_pb_column]
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