Mariano Fernández Urresti

EL MONTE CASTILLO

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Mariano Fernández Urresti

Escritor e Historiador

Publicado el 9 de agosto de 2021

El orden de esta lista no es por preferencias (salvo tal vez el primero de los lugares elegidos y del que hablé ayer, Altamira), sino más bien cronológico. Por eso hoy sigo hablando de la prehistoria y me sitúo frente al Monte Castillo, en Puente Riesgo (Cantabria).

Esta elevación caliza, que vista desde la carretera que une Burgos con Santander presenta una sugerente forma piramidal, es uno de los lugares mágicos más antiguos de Europa, no en vano ha sido habitado durante 150.000 años. Los chamanes, los hombres que hablaban con los espíritus, debieron percibir en el monte algo que ahora nosotros vagamente intuimos.

Se podrá argumentar que su disposición sobre el río Pas ofrecía un balcón magnífico para estar a resguardo y disponer de una perspectiva excelente de la riqueza natural del valle (caza y pesca abundante), pero estoy seguro de que hay algún secreto más. Por ejemplo, que todo el monte esté horadado por cuevas y galerías en las que, si uno penetra, se sentirá zarandeado por el peso de la historia como en su vida le sucedió.
Las cuevas del Castillo, La Pasiega, Las Monedas, Lago, Flecha y Castañera constituyen un mapa geológico y antropológico sin par. Cinco de ellas tienen manifestaciones rupestres paleolíticas, siendo sin duda El Castillo la cueva más espectacular de todas, tanto por sus dimensiones –prácticamente una catedral prehistórica dada la altura que alcanzan su techo, asemejando las estalactitas y estalagmitas unas columnas que sostuvieran bóvedas de crucería de ensueño- como las 275 figuras pintadas en sus paredes.

La cueva fue descubierta en 1903 por el estudioso Hermilio Alcalde del Río, y su riqueza pictórica puede rivalizar en cierto modo con Altamira. Pero lo más sugerente, en mi opinión, no son los caballos, los bisontes, los ciervos o las manos representados en sus paredes, sino las enigmáticas nubes de puntos y extrañas formas rectangulares que el chamán cavernario representó a lo largo de la gruta y para las cuales no hay explicación definitiva. ¿Y si estuviéramos ante un lenguaje en clave?