Su convicción de que su vida tenía un sentido trascendente, casi mesiánico, y la creencia de que era él, y no la Iglesia, el brazo ejecutor de Dios.
¿Por qué se consideró un nuevo rey Salomón?
¿Qué misterios oculta el monasterio del Escorial que lo asemejan tanto al Templo que el propio monarca judío ordenó construir en Jerusalén?
¿Qué relación tuvo el rey con el Mal a lo largo de su vida?
¿Por qué se rodeó de libros de magia, alquimistas y obras heréticas cuando era el campeón del cristianismo?
El lector descubrirá en esta biografía maldita un retrato inédito de un rey al que ya no volverá a mirar con los mismos ojos.