Mariano Fernández Urresti

NUESTRA SEÑORA DE EUNATE

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Mariano Fernández Urresti

Escritor e Historiador

Publicado el 9 de agosto de 2021

Se ha dicho de ella que fue capilla funeraria destinada a peregrinos y todo ello en base a un documento de 1520 que se encuentra en los archivos de la catedral de Pamplona en el que se mencionan tumbas en su claustro. Allí se habla de la sepultura de una reina de la que nada se sabe, por lo que algunos autores prefieren ver otro tipo de personaje femenino al que tal vez se dedicó, en efecto, esta mágica construcción. Un personaje femenino que no sería sino la Madre Tierra. Un personaje femenino cuyas fuerzas telúricas se abrazan, como si fuera el centro de una rueda, en este paraje solitario de Valdizarbe, muy cerca de la antigua encomienda templaria de Murugarren (hoy Puente la Reina, Navarra).

Los estudiosos dirán que no hay documento que pruebe que esta iglesia era del Temple. Pero, ¿hay documento que lo niegue? Se dirá que sí que hay garabatos escritos sobre la propiedad del lugar por parte de los sanjuanistas, pero eso no prueba que no fuera antes del Temple. Después de todo, ¿no le birlaron a la Orden de los Templarios todas sus posesiones después de que en 1307 se mandase prender por parte del rey francés Felipe IV el Hermoso a los principales dignatarios incluido su Gran Maestre, Jacques de Molay?

¿Eunate iglesia funeraria? Eso sería tanto como decir que allí donde hay un cementerio junto a una iglesia dentro de mil años algún arqueólogo llegara a la peregrina, nunca mejor dicho, conclusión de que aquella iglesia era en realidad una construcción funeraria. Además, ¿por qué la portada de NE de Eunate, repleta de símbolos singulares, encuentra su imagen especular en la portada N de la iglesia de Olcoz, situada a unos kilómetros de distancia? ¿Por qué cada símbolo, cada grabado, aparece en estas dos portadas a modo de espejo? Nadie puede responder con soltura a ese enigma, pero ahí está: las figuras que en Eunate están a la derecha, en Olcoz las veremos a la izquierda, y al revés.

Por si todos estos enigmas no fueran ya suficiente motivo para que esta iglesia figure entre mis lugares de poder predilectos, y por si aún existen dudas sobre el carácter templario de este edificio extraordinario, añádase su simbología astronómica, cuya explicación excedería el propósito de este breve apunte.