Wilhelmina Harker (Murray de soltera) tiene menos de treinta años, ha estudiado mecanografía y taquigrafía, y ejerce como ayudante de maestra. Aspira a ser lo que entonces llamaban “una mujer nueva”; es decir, independiente. Razón por la cual Van Helsing dice de ella que tenía “cerebro de hombre”, una afirmación que hoy no sería muy popular, supongo.
Por lo que se deduce en la novela, vive en Exeter, aunque personalmente creo que ese dato es falso, como falsas son otras muchas cosas en “Drácula”, porque Stoker trató de ocultar la identidad de los protagonistas del drama.
Nada dice Stoker de la familia de Mina, por lo que se ha llegado a especular que era huérfana. Lo que sí parece desprenderse de la información sesgada que da Stoker, es que Mina conoce
desde hace años a Lucy Westerra.
Lucy es procede de una familia más acaudalada. Es la primera, y sorprendentemente única, víctima de Drácula en Londres, un bagaje de caza bastante pobre para alguien que, se supone, llegó a la ciudad en busca de un coto de caza enorme en el que poder sobrevivir otro puñado de siglos más.
Stoker presenta a Lucy como una joven voluble, caprichosa, de salud quebradiza. La mansión de su familia se llama Hillingham, aunque veranean en Whitby, un pequeño pueblo de pescadores sobre cuyos altos acantilados dormita, como una ballena de piedra varada, una abadía medieval junto a la cual se encuentra un cementerio.
Pero, ¿dónde está Hillingham exactamente?
¿Quiénes fueron en realidad Mina y Lucy?
¿Por qué iba a tener especial interés en ellas el supuesto conde transilvano?
Me temo que no encontrarás ninguna respuesta a esas cuestiones en “Drácula”. Sin embargo, en “Inmortal” …
(imagen: fotograma de la versión de “Drácula” de Francis Ford Coppola en la que Wionona Ryder interpreta a Mina, y Sadie Frost a Lucy)